domingo, 21 de junio de 2009

¡Los viernes, milagro!

Cuando era más joven, no quería creer en Dios, y odiaba todo lo que olía a curas e Iglesia. Aunque también he de reconocer que rezaba por las noches si tenía pesadillas.

Cuando era menos joven me casé por la Iglesia y de blanco, aunque había jurado que jamás pisaría una iglesia, y menos casaríame de blanco.

Cuando tuve dos hijos empecé a creer en Dios.

Cuando murieron mis padres, recé a Dios para que existiera y cuidara de ellos.

Hace dos días sucedieron dos hechos transcendentales para mí:
Eran las 6:30 h. de la mañana y uno de mis hijos no había llegado a casa, ni llamado, ni nada. Recé con todas mis fuerzas y rogué para que no le hubiera pasado nada. A los pocos minutos, me llamó y apareció en casa poco después.
Mi otra hija salió del trabajo, cogió el coche aparcado en una esquina , miró a los lados antes de salir, no venía nadie... intentó arrancar y no pudo, el coche estaba bloqueado, miró el freno de mano y estaba quitado, en ese momento pasó un autobús a toda leche, ella volvió a intentar arrrancar y el coche funcionó...

Hoy creo en Dios.
Gracias Dios, aunque a veces no te entienda.

lunes, 6 de abril de 2009

Buenos días tristeza

Hoy me he levantado nostálgica, con cierta melancolía, sensación de vacío, añoranza, tristeza...
Camino de mi trabajo (está en una zona privilegiada rodeada de árboles, edificios espaciosos y escaso ruido), siento y huelo la primavera, pienso que estoy viva para gozar de ella y que estas sensaciones son las que nos hacen seguir aquí.
Cito unas frases de uno de los primeros libros que dejaron huella en mi juventud.

"A ese sentimiento desconocido cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en darle nombre, el hermoso y grave nombre de tristeza"... Françoise Sagan.

Adiós tristeza
Buenos dias tristeza
Estás inscrita en las líneas del techo
Estás inscrita en los ojos que amo... Paul Eluard.